sábado, 29 de diciembre de 2007

Aguja

Tome la aguja otra vez y le di repetidos golpes a mi antebrazo justo en la unión. La gran vena ancha, morada, latiendo, deseando la nueva inyección.
Apreté mis botones, cambié de canal y la señal fluyó por todo mi cuerpo, por cada vena, músculo y célula devorando esas risas falsas, ese hedor estético, esas imágenes de seres decadentes bañándose en la sangre del "lamentable accidente ocurrido hoy por la madrugada". Luego una gran tormenta invadió mi cerebro viciando el aire, alargando mis ojos hasta la parte interna de mi nuca, llenándolo todo de bebida negra, apaciguando mis movimientos y, sin más que hacer, comencé a tocar compulsivamente mi billetera hasta obtener una casi sexual satisfacción.
Cuando ya creía que el éxtasis no podría ser mayor, imágenes de la nueva y original guerra en uno de esos países de-por-ahí, mostraban el más reciente cuerpo desmembrado, por la gran bolsa de billetes con que golpea la libertad, de una pobre silueta sin nombre ni parentesco. Detrás, un paisaje, una casa de sueños puros de esta humanidad yacía en llamas que se esparcían hasta la comodidad de mi sillón.
Ahora estas queman mi asiento pero no puedo soltar la aguja ni la emoción.

Así estuve sentado, mirando maravillado inclusive en el momento en que el placer se volvió dolor y el dolor en desesperanza. Hasta que segundos más tarde, en patética inacción, una leve brisa de colores esparció las cenizas que quedaban de mi pobre mente aturdida.

1 comentario:

cocinero dijo...

es una manera muy interesante de exponerlo y lamentablemente es asi.. la sangre ajena no es mas que una frase en nuestras bocas.. casi carente de sentimiento o una buena actuacion de una angustia falsa, pero en algun momento otras seran las "noticias", no necesariamente la carniceria habitual a la que ya estamos ,practicamente, habituados; un cambio de conciencia es lo que va a pasar y entre desorientadas Mentes y despertares increibles nos vamos a rodear.. solo queda sufrir mas mundialmente para que de a poco pensemos en lo que debemos.